Ya te dije que me gusta pasar el rato mirando la calle a través de la puerta del balcón. Esa imagen me produce un efecto relajante, y cuando estoy relajada, me encanta cuidar mi cuerpo. Este es uno de esos momentos, ¡ya has visto otro! Relajándome, sentada en mi cómoda silla, mirando por la ventana y usando mis dedos para jugar de la forma que más le gusta a mi coño. Tuve un orgasmo húmedo corto, lo disfruté, pero sabía que había más por venir… ¡así que continué hasta que fui recompensada con un chorro realmente fuerte!