Llegas a casa después de un largo día de trabajo y me encuentras esperándote, con la boca hecha agua. He estado pensando en Tu polla todo el día y la quiero en mi boca ahora. Me pongo de rodillas y me pongo a trabajar. Besando, chupando y acariciando tu polla mientras te miro profundamente a los ojos. Lamo un poco de líquido preseminal y gimo de placer, luego te pido que hagas algo nuevo. Te pregunto si después de que te corras en mi boca me darás un beso. Confieso que creo que los besos con semen son muy calientes y solo quiero probarlo contigo porque tu semen es tan delicioso. Aceptas y después de correrte intercambias el beso con semen más húmedo y descuidado de todos los tiempos.