Tengo un buen esclavo de pies conmigo y se quedará quieto mientras froto y muevo mis pies por toda su cara, no soy tan mala, ¡le dejo sacar la lengua y deslizo mis suaves pies sobre su boca! Si te gusta que te digan cómo adorar los pies, esta escena es para ti. ¡AHORA ponte de rodillas y adora mis pies!