Una megacorrida me cayó en la cara mientras le hacía una mamada y hasta me asusté de antemano porque sabía que el hombre no se había corrido en 3 semanas y que sus bolas estaban a punto de estallar. La crema se deslizó desde mis gafas por mi nariz hasta mi barbilla y luego se deslizó por una línea larga y gruesa. ¡Increíble!