En el episodio siete de Diario de una trabajadora sexual, Kelly se reúne con su NUEVO cliente que su amiga le envió. Ella se olvida de apagar la cámara y cuando lo saluda, él es tímido, incómodo, nervioso y un poco confundido y le pregunta dónde está su amiga. Kelly se disculpa y se ofrece a cancelar la cita; su trabajadora debería haberle dicho qué esperar. Se da cuenta de la cámara y Kelly se disculpa y es amable, y decide mantener la cita con Kelly, ya que es impresionante y hay algo en ella que se siente cómodo. Se sientan a charlar por un momento, Kelly está tratando de tener una idea de las necesidades de su nuevo cliente, parece que los dos no solo tienen mucho en común, sino que también parece que tienen muchas similitudes extrañas entre ustedes. Kelly lo descarta pensando que debe estar nerviosa por todas las confesiones que ha estado haciendo ese mismo día. Cuando ella le pregunta si es virgen, él le pide que apague la cámara y ella lo hace.