Daisy lleva un sujetador de colores vivos y unas medias brillantes. Siempre ha querido que la aten y la amordacen. Cuando está atada, le meten un calcetín en la boca y la envuelven y amordazan firmemente con cinta adhesiva. Se debate juguetonamente sabiendo que esto es lo que desea su corazón. Daisy se debate y mmmmmmppphhhss juega un poco con su mordaza. Mientras Daisy disfruta de su lucha juguetona, siente una mezcla de excitación y anticipación acumulándose en su interior. La sensación de las ataduras apretadas y los sonidos apagados que escapan de su mordaza intensificaron su deseo de esta emocionante experiencia. La mordaza de Daisy es reemplazada por una enorme braga rellena con una mordaza transparente para mantenerla dentro. Vuelve a luchar en cautiverio sin posibilidad de escapar, produciendo un habla amordazada amortiguada. Ella todavía lo disfruta, pero comienza a ser duro. Mientras Daisy continúa luchando con sus ataduras apretadas, la rudeza de la experiencia comienza a poner a prueba sus límites.