Fuimos a caminar por el bosque y no pudimos quitarnos las manos de encima en todo el tiempo. El prado detrás del arbusto es perfecto para nosotros. Me pongo de rodillas frente a ti, te bajo los pantalones y empiezo a chuparte la polla, mientras sigo mirándote. Me inclino hacia adelante, empujas mi tanga de encaje negro a un lado y simplemente deslizas tu polla gruesa en mi coño ya mojado. Quieres que vuelva a estar de rodillas. Abro la boca, saco la lengua para ti y espero mi recompensa.
