Cornudo sin saco – Parte 3

Hola, esposo, ¿cómo estás? ¿Aún estás despierto? ¡Qué bueno! Me encanta esa pose tuya… Piernas abiertas… muñecas y tobillos esposados para fijar tu posición. Entonces, ¿dónde está la enfermera? Oh, fue a llamar a un anestesiólogo para que te adormeciera. Solo queda una última… inyección… para inyectarte en las venas para que te duermas la siesta. Pero oye, cariño, antes de que… Cierres los ojos, quiero hacer una confesión. Pero primero, me gustaría agradecerte por ser un buen… esposo y por cumplir cada uno de mis deseos. Sí, tu lucha fue uno de mis caprichos. Y… estoy realmente feliz de que después de un largo tiempo de reflexión… finalmente te decidiste a luchar. Créeme, cariño, solo fortalecerá nuestra relación. Espero que así sea, a ver cuando finalmente te quedes… sin escroto… cuando finalmente te corten los testículos. Pero oye, cariño, hay algo más que quiero…

mama xxx