Justine estaba teniendo otro día aburrido en el trabajo hasta que llegó su nuevo cliente. Una vez que lo vio excitarse con el masaje, no pudo evitar darle un final feliz. Su polla era tan grande que Justine tuvo que usar dos manos para sacárselo.
Justine estaba teniendo otro día aburrido en el trabajo hasta que llegó su nuevo cliente. Una vez que lo vio excitarse con el masaje, no pudo evitar darle un final feliz. Su polla era tan grande que Justine tuvo que usar dos manos para sacárselo.