Solo quería mostrarle a mi hijastro mi nueva camisa. Sabía que le gustaría el color y el estilo, ¡pero nunca pensé que al abrochar los botones haría que mis pechos se expandieran! Exactamente como un truco de magia, comencé a abrochar los botones uno tras otro y ¡se volvió enorme! ¡Los botones explotaron porque mi camisa ya no podía contener mis pechos jaja!