Phoebe siempre quiso jugar a las perras de lujo en la parte trasera de una limusina. Ahora hace realidad su sueño con su chófer. Después de una avería mecánica, nuestra ninfómana le pedirá a su chófer que la folle como a una puta común. ¡Por fin un buen polvo hardcore para nuestra burguesa codiciosa!