Tengo a Rod atado a la mesa de bondage, con los ojos vendados y esperando. Entro en la habitación y procedo a hacerle el borde a su polla con mis guantes de látex puestos y un par de linternas diferentes. Sin embargo, no llega al orgasmo, puede esperar a eso, sus orgasmos siempre se arruinan y, finalmente, su semen rezuma lentamente sin ningún placer.