Solo ahí abajo, a los pies de tu Ama, te sientes mejor. Siempre que la Ama te permita arrastrarte hasta sus pies para adorarla. Cuando la Ama finalmente te permita frotar tu cara en sus cálidas y malolientes plantas. Sé que no puedes resistirte a acariciarte. No me importa. Acaricia tu polla goteante, mi zorra. Mientras sigas chupando, oliendo y lamiendo mis pies. Será mejor que seas una buena zorra a mis pies hoy. Tan codiciosa y cachonda como devota a tu Ama. Y sí, sé que no puedes resistirte a correrte así. Y la Ama te follará la cara con sus pies mientras lo haces.