A Angelina Castro le espera una sorpresa. Su nuevo juguete, Roberto, quiere diferenciarse del resto y le demuestra que realmente le importa. La invita a reunirse con él en su parte favorita de la ciudad y luego le cubre los ojos. Le hace saber que le espera una sorpresa especial. Angelina está un poco confundida, pero lo acepta. Cuando él la dirige, Ella la lleva a un hermoso condominio de gran altura junto al agua y él le explica que necesita comenzar a acostumbrarse porque este es su nuevo lugar.