Jamie Michelle está aprendiendo a vivir con su nuevo hijastro, Ricky Spanish. No es que Ricky sea malo ni nada, pero tiene muchos hábitos de los que Jamie no era consciente. Por ejemplo, mientras Jamie guarda la ropa de Ricky, encuentra una caja de condones. Justo al lado de la caja hay un condón usado. Ricky entra justo cuando Jamie sostiene su condón para verlo mejor. Aunque Ricky está avergonzado, Jamie aprovecha la oportunidad para hablar de corazón a corazón sobre lo salvaje que era en la universidad. Ella deleita a Ricky mientras le cuenta lo increíble que era el sexo y lo mucho mejor que es a pelo con una corrida en la boca. Jamie le asegura a Ricky que cuando lo experimente, será increíble. Más tarde ese día, Ricky descubre a Jamie soñando despierta mientras limpia la mesa de la sala de estar. Ella le pide a Ricky que le dé un masaje ya que le duelen los hombros.